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Imagen de la colección Dejando Huella

DEJANDO HUELLA

"... y no cicatrices"

Dejando huella

Son cuadros que aunque los siento míos ya no me pertenecen, bien porque los he regalado, los he vendido o porque los he pintado por encargo a personas a las que estoy muy agradecida por valorar mi trabajo. 

Algunos son cuadros personalizados, según los gustos (colores) o de acorde a la decoración (medidas) de los lugares donde van a lucirse. 

En todos ellos siempre existirá el factor emocional que hará que el cuadro sea único.

Dejar una huella (y no una cicatriz) en la vida de alguien es dejar una marca imborrable que nos gustaría que la luciesen con orgullo en su memoria, pues le hacen rememorar vivencias, momentos de amor, de complicidad, de amistad, de diversión etc.

 

Aizpea Larrañaga 

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